A la comunidad universitaria.
A lo largo de nuestra formación de pregrado hemos atravesado una serie de inconvenientes que han limitado nuestras posibilidades de desarrollo profesional. A raíz del nuevo escenario de restructuración del Departamento de Educación de la Facultad de Ciencias Sociales, y del cierre temporal del ingreso de la carrera para el año 2013, los y las estudiantes de la carrera de Educación Parvularia y Básica Inicial hemos expuesto esta situación en diversos espacios formales, y recientemente, hemos interpelado a la pro-rectora, quien ha brindado una respuesta inicial que no satisface las demandas del estamento.
Ante esta situación, hemos decidido iniciar una toma indefinida del departamento con el objetivo de denunciar una vez más las graves irregularidades que han afectado nuestra formación y exigir que la universidad, y específicamente las autoridades del nivel central, resuelvan estas problemáticas, mediante un mecanismo compensatorio, para remediar en parte los perjuicios que nos han afectado y nos afectan.
Como antecedentes que respaldan esta medida, mencionamos:
a) Problemáticas asociadas a la Unidad Académica: el departamento cuenta con un claustro que no ha tenido estabilidad a lo largo del tiempo y se ha caracterizado por un número reducido de académicos de planta, situación que ha influido en la baja producción de investigaciones, en el descuido de la gestión de los recursos internos y en la escasa extensión, que no ha permitido que la unidad se posicione frente a otros espacios dedicados a la Educación tanto en el interior de la Universidad como fuera de ella.
Esta condición se agrava al evaluar la labor docente del claustro, que en distintos procesos de evaluación ha reflejado debilidades que inciden directamente en las cátedras y en los aprendizajes del estamento estudiantil. Como es de conocimiento público, la evaluación realizada por los y las estudiantes no es de carácter vinculante, por tanto, las posibilidades de modificar esta problemática son nulas para quienes se ven afectados y afectadas.
b) Problemáticas asociadas al programa de pregrado: el diseño curricular de la malla y perfil de egreso de la carrera ha sufrido constantes modificaciones desde su creación; esto puede atribuirse en parte a la falta de coherencia entre la misión, la visión y el perfil de la unidad y de la carrera, respecto de los lineamientos institucionales pre-escritos para éstas áreas.
Durante las movilizaciones internas del año 2010, los y las estudiantes iniciamos un proceso de reforma curricular, que tuvo como producto un nuevo perfil de egreso construido de manera bi-estamental y que debía ser el primer paso para avanzar hacia la construcción de una nueva malla, ya que la existente (modificada el año 2005), no era coherente con el perfil de egreso decretado en ese momento.
La necesidad de construir una nueva malla se sustenta en la falta de sentidos que orienten la formación de la carrera en el marco institucional de la Universidad, que declara dentro de su misión:
"La Universidad asume con vocación de excelencia la formación de personas y la contribución al desarrollo espiritual y material de la Nación. Cumple su misión a través de las funciones de docencia, investigación y creación en las ciencias y las tecnologías, las humanidades y las artes, y de extensión del conocimiento y la cultura en toda su amplitud. Procura ejercer estas funciones con el más alto nivel de exigencia" (Universidad de Chile)
Las falencias en la formación, derivan en gran medida de las incoherencias del diseño curricular, que se traduce en un alto porcentaje de ramos que no son pertinentes con el ideal formativo, ni con los escenarios de ejercicio de la profesión que se vislumbran en el nuevo perfil. A esto se suman los problemas descritos con anterioridad, que guardan relación con el claustro de la carrera y su cuestionado desempeño académico, que se agudiza en la docencia.
c) Problemas asociados a la falta de resguardos del nivel central:
Las problemáticas históricas que aquejaron la formación de los y las estudiantes de la carrera, no fueron resueltas con la urgencia necesaria por parte del nivel central, que se mantuvo como observador de las acciones desde las autoridades de la facultad, que en perspectiva pueden evaluarse como infructuosas.
La Universidad no posicionó la carrera dentro de la gama de proyectos de pedagogía vigentes, atentando contra el sentido inicial de ésta, que era evitar los problemas de los niños y las niñas al momento de enfrentar la transición entre educación parvularia y educación básica.
La inestabilidad derivada del actual proceso de Restructuración del departamento, genera suspicacias frente al apelativo de “temporal” que acompaña al cierre del ingreso de la carrera para el año 2013.
Esta situación constituye un perjuicio más para la formación de los y las estudiantes, que al momento de egresar, deberán enfrentar los cuestionamientos de los posibles empleadores y de la sociedad en su conjunto, puesto que la defensa de la Educación Pública que ha promovido la Universidad durante los últimos años, no es coherente con el cierre temporal o permanente del único programa que apunta a la educación infantil dentro de la institución.
Ante estos antecedentes, los y las estudiantes de la carrera de Educación Parvularia y Básica Inicial, exigimos que la Universidad nos otorgue una indemnización para compensar la serie de perjuicios morales y profesionales que surgen a partir de las problemáticas históricas ya mencionadas, a las que se suman las condiciones actuales de Restructuración del departamento y cierre temporal del ingreso de la carrera. Como alternativas para cumplir con este propósito exigimos:
- Modificación del decreto de titulación: el título de educadoras y educadores de párvulos y escolares iniciales, asegura la posibilidad de ejercer la docencia con niños y niñas desde los 81 días hasta los 8 años de edad; esta condición implica que los y las estudiantes no cuenten con la certificación académica que les permita acreditar su formación para atender al primer ciclo de enseñanza básica, impidiendo así el cursar especializaciones que permitan tener un desempeño docente más adecuado al quehacer propio de las disciplinas que se plantean como necesarias en el currículum oficial. Como consecuencia laboral de esta situación, es posible señalar que las posibilidades de trabajar en educación básica se limitan en gran medida, ya que los empleadores privilegian a los docentes que cuentan con especializaciones.
- Continuar la formación profesional para concluir la carrera de educación básica: los y las estudiantes que ingresaron a este programa, apostaron por un proyecto que ponía el foco en la transición de ambos ciclos como un punto de inflexión en el sistema educativo. Las falencias de la formación constituyen un obstáculo para el ejercicio de la profesión de los y las estudiantes que perfilan su desempeño profesional en la educación básica, ya que estiman que las cátedras asociadas a este nivel, no son suficientes para cumplir con los estándares de calidad y exigencia declarados por la universidad.
- Cursar otro programa: los y las estudiantes estiman que el perjuicio moral y profesional podría verse compensado en alguna medida, con la posibilidad de cursar otro programa de pregrado o post grado, que permita tener un desarrollo profesional pleno y acorde a los esfuerzos y expectativas desplegados en el paso por esta carrera.
Esperamos una vez más que nuestras demandas sean acogidas y exigimos su pronta resolución para poder remediar los perjuicios de los y las estudiantes que están cursando estudios y de aquellos que están por egresar en el corto plazo.
ASAMBLEA DE ESTUDIANTES DE EDUCACIÓN
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